Drácula es, muy probablemente, la novela más y
mejor trasladada al cine. Literariamente mediocre, su técnica narrativa
(alternancia de puntos de vista) parece pensada para el tratamiento cinematográfico.
En este recorrido, amplio pero no exhaustivo, revisamos las principales
adaptaciones al cine.
Como otros mitos y fábulas, el personaje de Drácula se ha
ido enriqueciendo en cada interpretación, añadiendo elementos o matizando los
ya existentes, y dando lugar a múltiples significados complementarios,
diferenciados o abiertamente incompatibles entre sí. Se trata de un mito que,
por eso mismo, no es fácilmente traducible ni reducible.